Hoy la cosa va de reparaciones...
Con el paso del tiempo, puede suceder que algunas baldosas se agrieten o que por culpa de un impacto se hayan roto. También es muy habitual que ocurra en casas antiguas. Ahora os proponemos una actividad muy sencilla y rápida que permitirá reparar tus suelos y conseguir un aspecto uniforme, limpio y nuevo.
Antes de nada, deberemos extraer las baldosas agrietadas o rotas. Debemos ser muy cuidadosos, pues no queremos dañar las baldosas próximas. Para evitar estos daños, romperemos la baldosa por el centro en dirección a los extremos. Lo haremos con un cincel y una piqueta o mazo. El cincel siempre debe estar recto para evitar romper la baldosa colindante.
Una vez hemos extraído las baldosas agrietadas o rotas, es el momento de colocar una nueva. Para ello solo debemos seguir unos pasos muy simples.
- Rascar la pared o suelo donde debe ir la baldosa, para que no queden restos del antiguo pegado.
- Podemos utilizar cemento-cola o una silicona de fijación.
- Lo dejamos secar. Una vez seco, rellenamos la junta con lechada de cemento.
¡Y ya está!
Fácil ¿no? Es una manera muy sencilla, rápida y eficaz de renovar esas zonas que han envejecido con el paso del tiempo y darles un nuevo aspecto. Ahora ya no tenéis excusa.
¡Buen fin de semana!
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